Museo de Cuadros de Costumbres, Vol. 2

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Excerpt from Museo de Cuadros de Costumbres, Vol. 2: I, VariedadesEsta hacienda, situada entre el Bogotá, el Fusagasuga el Magda lena, tiene algunas leguas de estension, grandes lomas con pastos natu rales, valles húmedos mui fértiles i terrenos secos donde pueden produ cirse en grande escala todos los frutos de la zona tórrida. Está cruzada por caminos para Neiva, Bogotá i el bajo Magdalena, tiene varios pue blos circunvecinos i brazos abundantes. Creo que en los años buenos produce diez mil arrobas de tabaco por término medio, pues en este, que ha sido la cosecha tan mala en todo el Magdalena, se han cojido cerca de ocho mil, segun las cuentas que he visto yo. Con el tiempo puede doblarse i cuadruplicarse la produccion, pues solo una pequeña parte de las tierras está cultivada. Sobre todo, el Callejon, estenso valle escondido entre cerros, es de una fertilidad imponderable. Existe allí un lucrativo establecimiento de caña, potreros de guinea i para, que se conservan siempre verdes, sombreados por bellísimas palmeras, donde crece el ganado mas grande que conozco en el pais. Brotan en aquellos terrenos fuentes sulfurosas, cuyas aguas pienso hacer analizar, bañándose enlas cuales, los herpes, la sarna i demas enfermedades cutáneas se curan rápidamente. En una palabra, la hacienda de Peñalisa, con su estable cimiento de caña, sus grandes potreros de ceba, su produccion de taba co i el desarrollo a que se presta para el porvenir, puede decirse que es la mas bella propiedad que hai en el alto Magdalena.About the PublisherForgotten Books publishes hundreds of thousands of rare and classic books. Find more at www.forgottenbooks.comThis book is a reproduction of an important historical work. Forgotten Books uses state-of-the-art technology to digitally reconstruct the work, preserving the original format whilst repairing imperfections present in the aged copy. In rare cases, an imperfection in the original, such as a blemish or missing page, may be replicated in our edition. We do, however, repair the vast majority of imperfections successfully, any imperfections that remain are intentionally left to preserve the state of such historical works.